Esta crisis nos hace crecer
"La felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace" Jean Paul Sartre. Tú decides.

La vida no es un juego, eso siempre lo hemos tenido en nuestra mente, pero ahora lo estamos viendo materializado, lo comprobamos con la pandemia que padece el mundo. Se ha vuelto tangible el hecho de que el ser humano es totalmente vulnerable y que la vida terrenal puede terminar en cualquier momento, además bajo circunstancias muy dolorosas.
Darnos cuenta de esto, nos ha hecho a desarrollar nuestra capacidad de resiliencia y descubrir habilidades que incluso no sabíamos que teníamos y ser mejores personas cada día.
A continuación comparto algunas evidencias de lo mucho que esta crisis nos está ayudando a crecer.
Convertimos creencias limitantes en potenciadoras
Estamos abriendo nuestras mentes y corazones a lo nuevo, nos aventuramos a experimentar lo que nunca nos habíamos imaginado. Por ejemplo, estamos viendo a personas que se creían negadas para todo lo digital, creando y liderando reuniones virtuales todo un día, cuando hace un mes no sabían ni cómo participar en una videocondeferencia como invitados o una videocall de whatsapp.
También, personas que justo antes de comenzar la pandemia estábamos iniciando nuestros emprendimientos ahora estamos creando casi todo un nuevo proyecto online para poderlo hacer realidad, estamos enfrentándonos a nuevas perspectivas sobre lo que hacemos y lo que acabábamos de crear.
Las empresas están innovando, pensando diferente para seguir en medio de la crisis y esto genera unión, comunicación, alianza en los equipos de trabajo y mucha creatividad.
Experimentamos, nos caemos, fallamos, nos levantamos, seguimos de nuevo, error, acierto; al final nos reímos de nosotros mismos y vemos pequeños progresos diarios.
Hoy creemos que tenemos más habilidades que hace 2 o 3 meses.
Somos más amables
Es increíble cómo las personas en todo el mundo están ayudando a los demás. Salirse de sí mismos, dejar de pensar en el yo y estar más pendientes de los otros es una tendencia. Gran parte de la atención está enfocada en los ancianos y más en los que se encuentran solos en sus casas, los jóvenes ayudan a los más grandes a utilizar los aparatos tecnológicos para trabajar, en casa ahora todos están ayudando a lavar los platos, servir la comida y organizar porque se han dado cuenta que el tiempo de todos es igual de importante.
Somos más conscientes de las necesidades de los demás, somos más empáticos y generosos. Todo esto resaltando la valiente y amorosa labor de los profesionales de la salud.
Buscamos paz y esperanza
Las personas están aprovechando este tiempo para fortalecer su fe en Dios, en el universo, en el ser supremo, en lo que creen. Estamos sintiendo la necesidad de acercarnos a la fuente de amor infinito que nos da esperanza y certeza de salir victoriosos de este momento. Gracias a este acercamiento estamos experimentando paz interior en medio de la tormenta, lo que genera gratitud y felicidad de manera casi automática.
Reconstruimos relaciones rotas
Pensar que el riesgo de perder definitivamente a las personas que queremos ha aumentado a causa del virus, nos ha hecho reflexionar, superar el orgullo y finalmente entrar en contacto con ellas; llamarlas, escucharlas de verdad, perdonar y pedir perdón para luego pedirles que se cuiden, compartir recomendaciones, historias, desearles todo lo bueno y la protección. Las relaciones rotas se están empezando a reconstruir porque ahora las personas están viendo lo verdaderamente importante: estar en paz, en unión, con salud y felices. Nos estamos amando más los unos a los otros.
Entrenamos una mente positiva y agradecida
Para poder superar el temor y aprovechar cada día, nos estamos dando cuenta que necesitamos desechar pensamientos perturbadores, eliminar las fuentes de estrés y ansiedad para darle la bienvenida a pensamientos como “no nos va a tocar el virus”, "estamos bien y vamos a seguir bien", "voy a superar esta enfermedad"...
Ver lo bueno, el medio vaso lleno, nos hace agradecer y ver lo afortunados que somos cuando tenemos salud, la familia sana, una trabajo, una oportunidad de crear y ver la vida con más amor.
Finalmente, quiero invitarte a pensar si estás creciendo en medio de esta crisis, si estás valorando la persona que eres hoy, las que tienes en tu vida, tu presente, el hecho de tener la certeza de que esta crisis va a pasar a la historia y llegarán días mejores, pero sobre todo si estás queriendo lo que haces porque en estos momentos seguramente no estás haciendo lo que quieres.
¡Tú decides crecer y ser feliz en medio de esta crisis! ¿Necesitas una razón? Respiras, así que tienes oportunidades.