Las Crisis son para Crecer
¿Has sentido en momentos que todo va mal? ¿Que esto solo te pasa a ti? ¿Que no es justo? ¿Que todo está al revés? ¿Que no tienes fuerza para salir de esa situación? ¡Yo también y por esto he podido comprobar que las crisis nos hacen crecer, nos hacen ser mejores personas y que todo es para bien! En los momentos más difíciles o dolorosos de mi camino he conocido tesoros y herramientas que me han ayudado a crear una vida realmente feliz y hoy los quiero compartir contigo.

Una de las bases que me enamoró del coaching fue conocer que todas las personas somos completas, es decir tenemos las respuestas que buscamos en nuestro ser. Por eso, sé que en medio de una crisis lo más inteligente es mirar dentro de nosotros, encontrar lo que tenemos para salir adelante y crecer como personas.
Por lo general, cuando estamos atravesando un momento difícil no vemos la luz, nos paerce imposible salir de allí, luego pasamos el momento de angustia y al final siempre todo se termina solucionando de una manera u otra, nos guste o no. Sin embargo, no es raro que con el tiempo nos volvamos a ver en la misma situación y esto ocurre porque realmente no hemos aprendido lo que necesitamos para no volver a pasar por lo mismo. De ahí la importancia de despertar la conciencia y observar patrones que repetimos en nuestra vida y que no nos hacen bien para, con las herramientas que ya tenemos en nuestro ser, eliminarlos o cambiarlos por comportamientos y hábitos que nos construyan y empoderen.
A continuación, te comparto unos pasos que yo misma he dado, sigo dando y sé que daré, para crecer en medio de una crisis y salir adelante mucho más fuerte:
1. Aceptar con AMOR la realidad:
Cuando estamos en un momento muy doloroso, por ejemplo, la partida de un familiar, lo primero que tendemos a hacer es negar la realidad, tenemos tanto dolor que ni sentimos… Sin embargo, es necesario aterrizar, pero acompañados del Amor Perfecto e Infinito, que es el único que nos dará la fuerza para aceptar lo que estamos viviendo. Nosotros no somos todopoderosos, no somos perfectos, así que en los momentos más difíciles nuestro mejor aliado es ese Ser Supremo en el que cada uno crea.
2. Gestionar la emoción:
Identificar la emoción, en qué parte del cuerpo la sentimos, en qué momento se disparó y qué impacto que tuvo en mi entorno la forma como yo me siento. Esto nos ayuda a hacer conciencia de lo que sentimos y paso siguiente a para expresarlo para gestionar la emoción que nos invade y tomar el control en medio de la crisis.
Aquí debemos ser muy amorosos con nosotros mismos para esperar con paciencia a que sea el momento adecuado de dejar ir la emoción y así poder tener energía necesaria para dar el siguiente paso.
3. Cambiar de perspectiva para encontrar el aprendizaje:
Una vez tengamos gestionada la emoción podremos abrir nuestra mente y observar qué es lo que debemos aprender de esa situación. Aquí te comparto algunas preguntas que me he hecho yo y me han funcionado:
- ¿Qué debo hacer diferente? ¿Cómo podría hacerlo diferente?
- ¿Qué es lo que me quita la paz en esta situación? ¿Qué valor se está vulnerando en mi o en la otra persona?
- ¿Qué es lo que quiere Dios que aprenda de esta situación?
- ¿Para qué se está repitiendo esta situación en mi vida?
4. Dar el primer paso de cambio:
Luego de identificar el o los aprendizajes, definir qué es lo primero que haremos para cambiar, mejorar o salir de esa crisis. Yo suelo comenzar por algo pequeño, que no me demande mucha energía porque así lo podré cumplir y sentiré que estoy avanzando. Además porque siempre en las crisis carecemos de energía, debido al desgaste emocional y a veces físico por el que atravesamos. Por ejemplo, en un momento de crisis supe que debía crear mi propio proyecto profesional y decidí comenzar por algo que para mi era divertido y light, toda la parte de diseño de mi marca.
5. Celebrar ese primer paso:
Una vez hayamos hecho esa primera acción, darnos cuenta, reconocerlo y felicitarnos por ello inmediatamente. A veces eso nos cuenta porque queremos haberlo hecho todo de una vez y salir como por arte de magia de esa situación dolorosa. Sin embargo, recuerda que lo bueno toma su tiempo y que cada aprendizaje tiene diferentes niveles que vamos alcanzando en el momento preciso, no antes ni después.
Si después de esto, te vuelves a ver en la “misma” situación de crisis es porque seguramente necesitas aprender algo más, solo recuerda que la vida es una espiral infinita de crecimiento y por más que a veces sientas que has retrocedido, realmente estás en un nivel más arriba, tal vez en la misma situación, pero con un aprendizaje diferente, una nueva oportunidad para seguir creando tu mejor versión.
Las crisis nos hacen crecer ;)